Jean René y Angélique (fantásticos Benoit Poelvoorde e Isabelle Carré ) sienten que su timidez les condiciona a la hora de seguir el rumbo de sus vidas. Pese a esto, se esfuerzan por seguir los dictados de su corazón.
La cuidada dirección de Jean-Pierre Améris acerca esta historia hacia la ternura y la emoción, huyendo de tópicos, mostrando una originalidad y un saber hacer que le posicionan como un cineasta con estilo propio, con un mundo interior rico en matices. Es capaz, en sus películas, de hacer que aquellos pequeños instantes que a priori parecen intrascendentes cobren una importancia vital.
Con esta película se demuestra que en el país vecino hay mucho talento e ideas potentes para ser contadas. Si aún no la habéis visto, os la recomendamos a todos!
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